Trabajazo, escenón, peliculón. Dirigida por el también actor y productor Andy Stone, si os gusta el buen porno no deberíais saltaros ni medio minuto, y mucho menos el diálogo inicial porque es una delicia. Es de esas (pocas) escenas que te introduce de verdad en la historia, que te excita porque te la crees, porque tiene sentido y la gracia natural de ambos hace que el morbo crezca conforme se desarrolla el guión. No queremos contar mucho, sólo animar a verlo, pero a grandes rasgos Caomei Bala trabaja como actriz de doblaje en escenas porno. Su amigo Emilio Ardana (qué tío) no lo sabía y cuando llega al estudio cree que la ha pillado viendo porno. Ella, divertida y dulce, le cuenta a qué se dedica y el andaluz no puede evitar sorprenderse a la par que se excitará porque le vuela la imaginación. El método de trabajo de Caomei queda patente antes de que él llegue, y es meterse mucho en el papel, tocándose y rozándose con el pie de micro, así que cuando ha tenido a Emilio delante ha continuado con esa misma línea. Él se anima a doblar al chico, lo cual también da diálogos divertidos, todo en un contexto muy agradable, ambos muy cómplices. Integran totalmente el tema del doblaje, no sé si podría considerarse un Macguffin pero no se desligan en ningún momento en que siguen doblando una película, acercándose al micrófono, teniéndolo en cuenta. De hecho llega un momento en el que ella necesita que él se corra para grabarlo, y lo pide con un estremecedor «córrete en mi boca» que nadie podría negarse. Tiene un guiño final que nos ha parecido una gozada, y es que Emilio, recién corrido, coge el guión y le parece extenso, así que pregunta cuántas páginas son, a lo que Caomei con la boca aún llena de semen responde: no sé, no tiene mucho diálogo, es una porno. Y queda perfecto porque precisamente aquí el diálogo además de parecer muy espontáneo ha sido magnífico. Concluye muy cinematográfico: «-Pero tendrá su historia, ¿no?…» A lo que ella dice: -«Como todo…». Nos hemos extendido mucho, y al final hemos contado casi todo, pero para los que nos gusta el porno de verdad y no sólo el meter y sacar en vídeo, es un escenón digno de entrar en alguna categoría a mejor dirección. Planos, edición, imagen, música, diálogos; y los propios guiños, giros y la simpatía de ambos actores juntos hacen un trabajo del que ojalá volvamos a oír en algún momento. La serie es XXXShades de PDP.

Cuarto vídeo de Mey Madness que tenemos la oportunidad de ver. El primero fue con Max Cortés y Alexa Nasha, el segundo con una lista interminable de actrices del porno español, y la tercera con Nacho Vidal. Hoy va a ser acompañada por Antonio Ross en un coqueto dormitorio en el que echarán un polvazo bastante intenso. Él es un tipo corpulento, que cuando acapara el cuerpo pequeño de la española hacen un contraste muy morboso, de forma especial esto en las posturas de misionero, donde Mey parece desaparecer bajo el cuerpo de él. Tiene un cuerpo precioso, delgado, estilizado, con un pecho precioso y unos hombros muy rectos a la altura de cualquier fetichista. Tatuada, rasurada, con piercings y un corte de pelo que ayuda a verla aún más arrebatadora. Serie llamada XXXShades de PornDoePremium, donde como ya sabéis han aparecido varias actrices españolas. Es la cuarta escena de la actriz en esta productora; las que os citamos antes, y otra con el venezolano Ramón Nomar.